Se cortaron 8 orejas y un rabo para acabar bien las fiestas del Carnaval del toro 2011

Tarde entretenida y triunfal en el último festival con picadores del Carnaval del Toro 2011, donde los cuatro toreros salmantinos han logrado desorejar a los buenos utreros de Herederos de Santos Alcalde.

Juan Antonio Siro cortó una oreja y el rabo en una tarde gloriosa para terminar el carnaval
Juan Antonio Siro cortó una oreja y el rabo en una tarde gloriosa para terminar el carnaval

Abrió la tarde Domingo López Chaves, que se las vio con el utrero de peor condición. No obstante, el ledesmino, a base de disposición y oficio, logró enjaretar dos buenas tandas sobre el lado derecho y rematar su actuación con suficiencia a la hora de manejar el estoque.

Eduardo Gallo ha protagonizado los instantes más caros del festival. El castaño que tuvo enfrente tuvo buena condición por el lado diestro y fue por ahí por donde Gallo toreó suave, templado y mandón. Quiso hacer lo propio con la zurda y el novillo no tragó, propinándole una espectacular y dura voltereta de la que salió sin consecuencias graves, pero con una soberana paliza.

Repuesto Gallo, volvió autoritario a cuajar dos series más en redondo. Mató de un pinchazo y estocada, para pasear dos orejas.

Juan Siro gozó de un novillo de extremada nobleza y temple en su embestida. En el toreo fundamental, el joven salmantino puso de manifiesto su falta de contratos y suplió con el toreo accesorio hacia el final de la faena el tono gris de su trasteo. Muletazos de rodillas finales y la estocada certera le llevaron a pasear un generoso rabo.

El novillero Damián Castaño se tiró de rodillas para recibir al que cerraba plaza y dibujó un notable saludo capotero, rematado con una bonita larga. Muy bueno el de Santos Alcalde, por templado y humillador, posibilitó a los mirobrigenses ver la mejor versión de Castaño. Brillante en los cambios de mano, largo el trazo de los redondos, inspirado en los recortes y valiente en el final de faena, acortando las distancias al máximo. Su falta de contundencia con los aceros dejó el premio en dos orejas.

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